domingo, 20 de abril de 2008

El declive de la izquierda / Enrique Gil Calvo

El resultado de las pasadas elecciones españolas ha sido interpretado como una victoria de la izquierda que desmiente la creciente derechización europea: ascenso de Sarkozy, predominio de Merkel, retroceso de Gordon Brown, retorno de Berlusconi... Sólo Zapatero resistiría frente al asedio derechista, ante la previsible derrota de Barack Obama a manos del conservador McCain. Lo que vendría a demostrar, paradójicamente, que de nuevo Spain is different, como única excepción progresista a la regla de la derechización general.

Pero ¿de verdad su victoria el 9-M supuso un triunfo de la izquierda? Así lo entienden los publicistas neocon de la derecha extrema, para quienes Zapatero ha sido reelegido por una coalición radical de rojos, republicanos y separatistas. Y, en efecto, si nos fijamos en los resultados electorales, lo cierto es que los votantes centristas o moderados han abandonado al PSOE para pasarse al PP, mientras que a cambio los más izquierdistas se han decantado por apoyar a Zapatero. Es el retorno triunfal del "No pasarán", producto de la creciente polarización del electorado español, en el que los votantes de las zonas más proletarias o industrializadas (Cataluña, País Vasco, Asturias, Aragón) han acabado por imponerse a las clases medias madrileñas y provincianas.

Sin embargo, las cosas no suelen ser tan sencillas como parecen a primera vista. Aquí sucede lo mismo que pasa con el Sol, que parece moverse del este al oeste cuando en realidad está quieto, pues es la Tierra quien gira de izquierda (oeste) a derecha (este). Y a Zapatero le ocurre igual. Él no se ha movido hacia la izquierda, pues su programa electoral continúa fijo en el centro del espectro, con guiños a la derecha (regalos fiscales, repatriación de inmigrantes) y ninguna concesión a la izquierda (renuncia a revisar la ley del aborto o la financiación de la iglesia).

Es verdad que la nueva composición de su electorado parece proceder en mayor medida de la izquierda del espectro: menos centristas y más tránsfugas de IU y ERC. Pero en realidad, estos trasvases de votantes lo que revelan, como en el descubrimiento copernicano de la rotación de la Tierra, es un desplazamiento del electorado hacia la derecha: muchos progresistas que antes votaban a la izquierda radical (IU y ERC) ahora han votado al centro-izquierda del PSOE; y muchos centristas moderados que antes votaron a Zapatero ahora han votado al centro-derecha de Rajoy.

En consecuencia, se ha producido un deslizamiento del conjunto del electorado desde la izquierda hacia la derecha, estimable como saldo neto en torno al 2,5% del total (que es lo que gana ésta en detrimento de aquélla). Lo que no llega a ser un landslide (corrimiento de tierras), pues no hubo vuelco electoral y la izquierda retiene el po-der. Pero sí revela una significativa derechización política, porque a pesar de haber ganado las elecciones, la izquierda sigue perdiendo electores.

De modo que tampoco España es una excepción a la regla de derechización occidental, sino que viene a confirmarla aunque sólo sea como clara tendencia.

¿De dónde procede este vendaval derechista? Las razones son muchas y complejas, y aquí sólo cabe aludir a las más significativas. El fin de la guerra fría significó la derrota irreversible del socialismo histórico, sin que hasta ahora sus bases sociales hayan podido recuperarse creando un nuevo proyecto político legitimado por un discurso innovador. Por eso la izquierda se limita a vegetar, viviendo de unas rentas ruinosas (el estéril anticapitalismo comunista) o al menos conservadoras (la defensa socialdemócrata de los derechos sociales), pues el incipiente movimiento antiglobalización aún carece de credibilidad.

De ahí el éxito de la tercera vía social-liberal a lo Giddens-Blair, aquí adoptada por Zapatero, que renunciando a los valores de izquierda sólo propone una derecha con rostro humano. Y ante el vacío de la izquierda en retirada, la derecha ha podido invadir y ocupar toda la esfera del debate público sin encontrar resistencia, imponiendo sus agendas neoliberales, nacionalistas, teocráticas y neoconservadoras.

¿Por qué resulta incapaz la izquierda europea de reconstruir un nuevo programa político adaptado al siglo XXI, cuando ya hace casi veinte años que se derrumbó el socialismo real?

Existen razones estructurales que lo hacen particularmente difícil, pues explican perfectamente la progresiva desmovilización de la izquierda. Lo que Daniel Bell llamó el advenimiento de la sociedad post-industrial ha desintegrado la vieja estructura de clases (antes estratificada en redes de solidaridad colectiva alineadas a uno y otro lado del conflicto industrial entre patronos y asalariados), para fragmentarla en un mero agregado de intereses privados sólo movidos por su individualismo posesivo y consuntivo. Es el nuevo enrichissez-vous que ha convertido a los ciudadanos en competidores arribistas, liquidando su capital social y privatizando la sociedad civil. Y este desclasamiento se ha visto muy potenciado por la llamada globalización, que ha incrementado la flexibilidad laboral y la movilidad ocupacional impidiendo que se reconstruyan nuevos compromisos solidarios.

Por el contrario, la llegada de trabajadores inmigrantes para ocupar los estratos inferiores de la pirámide ocupacional ha generado un sentimiento de rechazo entre los autóctonos que compiten con ellos por el acceso a los servicios públicos. En consecuencia, el concepto de "pueblo" (y el de "clases trabajadoras" o "clases populares"), al que apelaba la izquierda para movilizar la participación ciudadana, ha perdido su sentido al ser desmentido por la realidad multicultural, quedando así desvirtuado.

Ésta es la causa última de la derechización política a la que se va asistiendo en toda Europa, España incluida, elección tras elección: la descapitalización social de la izquierda, producida por efecto de la desintegración del tejido civil (redes de compañerismo, solidaridad y compromiso cívico) que trababa y cohesionaba a las clases trabajadoras, hoy más fragmentadas y divididas incluso territorialmente que nunca. Y esta progresiva debilidad de la izquierda es aprovechada y estimulada por la derecha mediante el recurso a la xenofobia, que culpa a los trabajadores inmigrantes de todos los problemas.

Si en 1848 Marx podía decir que el miedo a los comunistas era el fantasma que recorría Europa, hoy ese fantasma es el de los inmigrantes: la nueva "clase peligrosa" que amenaza con dividir a la izquierda impulsándola a derechizarse. Una derechización que en España se traduce en la obsesión por adquirir viviendas en régimen de propiedad privada y en el auge de los colegios concertados, casi todos religiosos y por tanto étnicamente limpios, a los que llevan a sus hijos las familias que se dicen progresistas o incluso izquierdistas, pero que aspiran a dotarles no con capital humano (pues la enseñanza en colegios religiosos es de muy baja calidad) pero sí con capital social, tanto para trepar con arribismo como para evitarles malas compañías.

Y una derechización que donde más se advierte es en las ciudades dormitorio que rodean a las grandes capitales, como el antiguo cinturón rojo que abarcaba el sur de Madrid, hoy votante masivo y absoluto del PP.

Proceso de derechización en curso que todavía no se ha completado en toda España, pues aún quedan bastiones industriales fieles a la izquierda. Pero que puede intensificarse todavía más, conforme la crisis económica agrave el conflicto social con los inmigrantes y la derecha siga explotando la división de los trabajadores con su demagogia xenófoba.

Enrique Gil Calvo es profesor titular de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid.

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Los inmigrantes sudamericanos comienzan a abandonar la Región mientras los magrebíes aguantan

LORCA.- Los inmigrantes sudamericanos comienzan a abandonar lentamente la Región de Murcia ante el empeoramiento de la situación económica y laboral que ha traído la crisis, y un sufrimiento moral de todos los colectivos en presencia (magrebíes, subsaharianos, europeos orientales e hispanoamericanos), que parece no importar a nadie.

Todavía el censo de extranjeros dados de alta en la Seguridad Social ronda los 100.000 entre nosotros aunque puede haber otros tantos en la economía sumergida de la agricultura, la hostelería o el servicio doméstico, fundamentalmente. Así, aguantan un poco más los magrebíes.

Pero la presencia de inmigrantes sigue siendo necesaria para la economía regional y el mercado laboral. Sin ellos, hubiera sido incapaz de mantener su ritmo anual de crecimiento. En estos momentos, sin embargo, la desaceleración ha frenado la llegada de extranjeros, pese a que los expertos subrayan que esta mano de obra seguirá siendo necesaria para nuestro sistema productivo.

El paro entre los inmigrantes se ha duplicado en el último año, hasta llegar a los 9.400 desempleados. Cada vez hay más dificultades para encontrar ofertas de empleo, y eso puede generar problemas a la hora de renovar los permisos de trabajo, porque se exige haber cotizado a la Seguridad Social al menos seis meses al año.

El campo ha asumido parte de la mano de obra excedente de la construcción, pero hay una diferencia salarial importante, y eso causa inquietud. Sólo se trabaja de forma ocasional y como jornalero. Algunos latinos han optado por hacerse autónomos. Otros intentan encontrar trabajo en la industria, el turismo y la atención a la dependencia.

Los problemas que empiezan a aquejar a los inmigrantes han empujado a un grupo de 60 bolivianos sin papeles a pedir ayuda al Ayuntamiento de Jumilla para regresar a su país. Los inmigrantes solicitan alguna subvención que les permita costear los 800 euros que cuesta el billete de avión a Bolivia.

Y es que cada vez hay más inmigrantes que se plantean volver a sus países de origen ante las dificultades económicas que empiezan a encontrar en la Región. Por eso, los gobiernos español y ecuatoriano han puesto en marcha un programa de retorno voluntario, que ofrece facilidades para quienes deseen retornar.

Más de mil inmigrantes de esta nacionalidad, que viven en la Región de Murcia, han comenzado el proceso, que les permitirá regresar con su coche, sus muebles e incluso su maquinaría de trabajo sin pagar aranceles.

Además, el Gobierno ecuatoriano ofrecerá a partir de junio o julio microcréditos para abrir negocios en el país y subvenciones para acceder a una vivienda. Será entonces cuando, previsiblemente, aumente el interés por sumarse al programa de retorno.

Saura responde a los críticos que "las caras han cambiado y el problema sigue"

MURCIA.- El secretario regional del PSOE, Pedro Saura, rehuyó que el debate interno que él mismo preconiza, y que se materializó con toda su crudeza en el Comité Regional del jueves, deba centrarse en las personas, sino «en las ideas y en el cambio de las estructuras caducas del partido», según ha dicho a "La Verdad".

El Comité Regional, que se inició a las nueve de la noche del jueves y concluyó pasadas las dos de la madrugada del viernes a causa de los casi 50 delegados que tomaron la palabra, reveló la frustración y el malestar existente en el partido a causa del último fracaso electoral, lo que se tradujo en numerosas críticas e incluso en la petición de cambios en la dirección del partido.

«Yo percibí, en la mayoría de los intervinientes -agregó Saura-, un ánimo constructivo para conseguir armar un proyecto ganador. Ya dije que yo no voy a ser el problema. Pero en el partido ya se han cambiado caras con anterioridad y persiste el mismo problema estructural. Ese problema es sobre el que tenemos que debatir y no tanto sobre las caras».

Disensiones internas

La lectura que extrajo el secretario general del PSRM del Comité Regional es que «la mayoría del partido cree que hay que ajustar muchas cosas, pero sin partir de cero, porque hay aspectos que tienen que madurar y un trabajo hecho que puede dar sus frutos en el futuro».

Sobre su próximo paso de cara al congreso regional que el PSRM celebrará es año, Saura indicó que «soy un secretario general que ha salido de las bases, no del aparato, y quiero hablar con las bases, militante a militante».

Fuentes próximas a la ejecutiva regional resaltaron, frente a las voces críticas oídas en el Comité Regional, el hecho de que representantes de importantes agrupaciones, como Lorca, Cartagena, Águilas, Jumilla y alguna de Murcia, expresaran su respaldo a la actual dirección.

Las mismas fuentes restaron importancia a las disensiones mostradas en la propia ejecutiva, varios de cuyos miembros tomaron la palabra en el Comité Regional para expresar su propia visión de la situación del partido, al margen de la manifestada por el secretario general.

El sector crítico a la gestión de Pedro Saura, que hasta ahora se había mostrado poco estructurado, salió reforzado de la pasada reunión del máximo órgano entre congresos del PSOE, ya que muchas de las críticas que se lanzaron partieron de sus integrantes, quienes las habían pactado previamente.

Este sector preparó a conciencia la reunión del Comité Regional como plataforma de lanzamiento hacia el próximo congreso regional del partido.

Reproches para el delegado del Gobierno

El aluvión de críticas, más o menos constructivas, que se oyó en el Comité Regional del PSOE del pasado jueves no se detuvo en la gestión de la ejecutiva regional y en la situación del partido, sino que terminaron salpicando al delegado del Gobierno, Ángel González, presente en la reunión.

Algunos de los 45 delegados que tomaron la palabra, de los más de 50 que la pidieron inicialmente, aludieron a la «falta de calado político» y escasa implicación de la Administración periférica del Estado en Murcia. El delegado del Gobierno en Murcia, Ángel González, responsable de esta Administración periférica y cuya continuidad en el cargo está siendo muy cuestionada dentro del partido, se vio en la obligación de tomar la palabra y responder a los reproches.

Según informaron dos de los delegados presentes, González (en la imagen) señaló que no iba a permitir que lo utilizaran como chivo expiatorio y defendió su gestión, citando algunos de los logros e inversiones del Gobierno central en Murcia durante los últimos años, sobre todo en materia de seguridad ciudadana.

Otra de las ideas expuestas por varios de los intervinientes fue la necesidad de que el PSRM exteriorice una mayor autonomía frente a la ejecutiva federal y resalte lo más posible sus rasgos de identidad murciana.

Los pisos siguen subiendo en la Región de Murcia

MURCIA.- En la Región de Murcia la vivienda de renta libre ha seguido encareciéndose en contra de la desaceleración que experimenta su precio en la mitad de España. En concreto, los pisos de renta libre han subido en Murcia un 5,3% en los últimos doce meses, según la estadística que ofrece el Ministerio de Vivienda.

Si se analiza el primer trimestre de 2008, se comprueba que el precio cae en Murcia un -0,2,% frente al incremento interanual del sector.

Por lo que respecta al precio de la vivienda en general -incluyendo tanto los pisos de renta libre como la vivienda de protección oficial- el crecimiento interanual se sitúa en un 5,5% en el caso de Murcia y en un 4% en el conjunto de España.

De la situación de ajuste general en el sector se escapa la vivienda de protección oficial, que se ha encarecido un 7,8% en los últimos doce meses.

Por otra parte, el parón en la construcción ya se nota en el número de viviendas iniciadas, que ha caído un 11,5% en la Región en el cuarto trimestre de 2007, mientras en el conjunto de España el descenso es del 19%.

Pese a ello, Murcia fue la quinta capital de provincia donde más casas se vendieron en ese periodo.

En términos generales, se vendieron 183.180 viviendas en toda España, un 1,8% menos que en el trimestre anterior, y un 26,2% menos que en el cuarto trimestre de 2006.

También cae la venta por parte de residentes extranjeros, en concreto un 19,7%.

El número de tasaciones de viviendas de la Región de Murcia ascendió a las 8.211 operaciones en el primer trimestre del año, lo que supone un ascenso del 4,4 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior

Según las previsiones del Gobierno central, la situación tenderá a estabilizarse hasta llegar a un punto de equilibrio en el que las cifras de iniciación se estabilizarán en torno a las 525.000 viviendas en toda España, lo que en principio será suficiente para cubrir la demanda de nuevos hogares y de segundas residencias.
(Pisos de nueva planta en la Avda. Juan Carlos I)

Ginés Huertas: «Hay una crisis real cuyo alcance y duración es difícil de pronosticar»

CARTAGENA.- Las ventas de coches no han dejado de caer desde que comenzó el año. Unas bajadas que desde el sector se miran con precaución. Todavía no quieren profundizar en si son consecuencia de una crisis o no. Por el momento, han decidido esperar y ver qué es lo que ocurre a finales de abril. El presidente del Grupo Huertas Automoción, el emblemático Ginés Huertas, analiza estos datos en una entrevista hoy domingo con "La Verdad".

- Las cifras de enero fueron negativas en lo que a ventas de turismos nuevos se refiere, y las de febrero volvieron a dar una nueva bajada de ventas. ¿Se puede empezar a preocupar el sector en la Región de Murcia?

- Siempre hay que estar pendientes de la evolución de los mercados. La primera reflexión que deberíamos hacernos es que por el transcurso de uno o dos meses afectados por una serie de circunstancias es absolutamente imposible extrapolar consecuencias. Sería temerario evaluar el comportamiento de todo un año por dos meses transcurridos. Además, hay que tener en cuenta las peculiares circunstancias de este año.

- ¿Cuáles son esas circunstancias?

- Aparte de los problemas que hay cuando se miden las estadísticas de los mercados, las grandes compras anuales de las compañías de rent a car (alquiler de coches) oscilan de un año a otro en función de la Semana Santa. Si esto no se tiene en cuenta, las comparaciones no serán significativas. Si hablamos de vehículos industriales, los plazos de entrega o las compras de las grandes flotas pueden variar totalmente de un año a otro. Sin tener en cuenta estas variaciones, las comparaciones interanuales tampoco son significativas.

-¿Entonces por qué se están registrando datos tan malos?

-Este año, en concreto, y sigo refiriéndome a la estadística, el mes de enero ha sido canibalizado completamente por el de diciembre. Las cifras de marzo sin duda están afectadas por las fiestas de Semana Santa y Fiestas de Primavera. Determinadas disposiciones legales o algunos intentos de alcanzar unos resultados más o menos brillantes del ejercicio 2007 ha llevado a una acción conjunta de motivación de compradores, por razones fiscales, y motivación de vendedores, por razones comerciales, a anticipar parte de las ventas de enero a diciembre. De modo que una vez más la comparación de un enero con otro resulta mediatizada.

- ¿Todo eso quiere decir que no hay crisis?

- Crisis es una palabra muy amplia. La gravedad o levedad tiene muchas variaciones. La crisis ha comenzado siendo financiera, hay sectores que han estado más seriamente afectados como puede ser la construcción, y en cascada esto afecta al conjunto de la economía.

- ¿Más por temor del ciudadano o porque realmente se está produciendo?

- Son los dos efectos. Hay una crisis real cuyo alcance y duración resulta difícil de pronosticar, pero amén de eso se da otro tipo de circunstancias. La coincidencia con el período electoral y la publicidad que se da a estas variaciones de mercado son las que hacen poner altavoz a estas circunstancias diferentes. Con lo cual lo primero que se resiente, y es lógico, es la confianza de los consumidores o las expectativas de los empresarios. La crisis tiene un fondo real sin cuantificar y una apariencia mayor. Pero repito que aunque dos meses de cifras no son suficientes para evaluar, sí podemos pensar que ya había una ligera desaceleración en el último trimestre del 2007.

- ¿Cuándo se podrá determinar si realmente las cosas van bien o no?

- Al final del primer cuatrimestre tendremos una muestra racional y suficiente para pensar en la evolución del sector en su conjunto. La crisis de confianza no es simplemente renunciar a opciones de compra, sino que es dilatarla o posponerlas. Además, no afectará por igual a los diferentes sectores del mercado, ni a las diferentes regiones. En el caso de Murcia, aunque es cierto que el sector de la construcción arrastraba a la economía regional, también es cierto que ha crecido por encima de la media nacional. En la Región sigo confiando que hay una excelente coyuntura y hay inversiones previstas muy importantes que van a dinamizar la economía de forma inmediata. Habrá que ver lo que ocurre a finales de abril.

- ¿Cómo cuáles?

- Estoy hablando de la inversión de la ampliación de la refinería de Escombreras, que son más de 3.200 millones de euros, y la próxima construcción del aeropuerto de Corvera que, sin duda, ayudará a que esta crisis de profundidad y alcance indeterminado, puede sobrellevarse. Y el plan del choque recientemente presentado por el Gobierno regional, que sin duda ayudará.

- ¿Qué expectativas personales tienen ustedes?

- Nosotros, como previsiones normales, no esperamos ninguna caída espectacular del mercado. Podemos hablar de una caída de las ventas, con seguridad no se van a alcanzar los niveles del 2007, pero hay que tener en cuenta que el 2007 es el tercer o cuarto récord consecutivo. De modo que difícilmente se puede mantener un crecimiento ilimitado. Ahora bien, eso haciendo referencia a los vehículos nuevos, en lo que se refiere a los de ocasión confiamos que se mantengan las cifras de los años anteriores. Esta es una alternativa a la posible situación del mercado. Es más fácil invertir en un coche más barato.

- Sin embargo, la Región sigue siendo un poco atípica en lo que a ventas de vehículos se refiere, porque hay caída en los vehículos nuevos de gama media, pero un aumento importante en vehículos de lujo.

- Hay algunos vehículos de lujo, no todos, que los compradores están más al abrigo de crisis, sobre todo si son coyunturales. En cualquier caso las oscilaciones dependen de cada marca y empresa, y tampoco será homogéneo en turismo y en vehículos industriales.

El juez y el fiscal investigan el origen de la fianza de Juan Morales

MURCIA.- La Sala de lo Social y Penal del TSJ investiga el origen de la fianza pagada por el ex alcalde de Totana y actual diputado regional, Juan Morales, para eludir su ingreso en prisión, según "La Opinión".

Según fuentes próximas al caso, el magistrado instructor de la operación Tótem, Julián Pérez Templado, ha solicitado, a instancias del fiscal encargado del caso, José Luis Díaz Manzanera, que Morales justifique el origen de los 200.000 euros que pagó el pasado lunes para evitar la medida de prisión provisional solicitada por el fiscal.

Los investigadores -que acusan a Morales de haber cobrado comisiones a cambio de recalificaciones de terrenos-, sospechan que el dinero podría proceder de una de estas operaciones. Por su parte, el abogado de Morales, José María Caballero, anunció el viernes, al ser preguntado por esta decisión, que tiene previsto presentar un recurso contra la investigación del TSJ.

En este sentido, Caballero recordó que la cuantía de la fianza se fija "de acuerdo a las posibilidades de la persona". "Si el juez entendía que la fianza era proporcionada, no es coherente que ahora se investigue el origen de ese dinero".

Juan Morales declaró el pasado jueves día 10 de abril ante la Sala de lo Civil y Penal del TSJ. Tras más de doce horas de declaración, el fiscal solicitó su ingreso en prisión preventiva. Pérez Templado, sin embargo, decidió fijar una fianza de 200.000 euros para el diputado regional, que disponía de tres días para reunir el dinero.

Los críticos a Saura anuncian una candidatura alternativa en el congreso

MURCIA.- El comité regional del Partido Socialista de la Región de Murcia dejó una evidencia entre los más de 300 asistentes que presenciaron las casi 50 intervenciones que alargaron el evento hasta pasadas las tres de la mañana, según "La Opinión".

No hay unanimidad en el partido. Más bien al contrario, los socialistas, incluidos los cercanos al secretario general, Pedro Saura, reconocen que la mayoría de las intervenciones tuvieron un carácter crítico, aunque difieren en el destino y en el calado de la misma. Por eso, los críticos han anunciado ya su intención de buscar una alternativa en el congreso a Pedro Saura, en el caso de que mantenga su intención de ser candidato, aunque por el momento la alternativa no tiene nombres.

Esta división se evidenció el jueves, ya que mientras un colectivo de dirigentes que podrían estar formados por el ex secretario general Ramón Ortiz y en el que también estarían el alcalde de Mula, Vicente Cervantes; el regidor de Calasparra, Jesús Navarro; el de Bullas, Esteban Egea (en la imagen); el ex alcalde de La Unión Manuel Sanes; y Alfonso Navarro, concejal del PSOE en Murcia, entre otros, incluyó en su discurso alusiones directas a la posibilidad de un relevo del actual secretario general, otro importante sector del partido hablaba de una nueva estrategia y discurso, sin cargar las tintas sobre nadie en concreto.

En este sentido, Alfonso Navarro calificó el último resultado electoral como el peor de la historia, con un porcentaje inferior al del año 1977 y con menos votos en términos netos que en 1982. Definió la situación del partido como de crisis muy complicada y de carácter estructural, porque se mantiene en el tiempo y afecta a todo el territorio. Asimismo, lamentó "la criminalización de algunos sectores productivos y la lejanía con la sociedad". Por eso exigió cambios en la estrategia, en la estructura y en la dirección.

Entre las alocuciones que más censuraron la gestión de Pedro Saura, llamó la atención también la del ex secretario general de UGT Víctor Meseguer, que después de varios años acudió a un cónclave socialista para pedir una nueva estructura y una nueva dirección para ganar más credibilidad ante la sociedad murciana.

El tercero de los grupos del comité son los incondicionales a Pedro Saura, entre los que se encuentran el alcalde de Jumilla, Francisco Abellán, y el ex edil de Murcia Rafael González Tovar, así como el senador Manuel Hurtado. Precisamente llamó la atención entre los asistentes que ni González Tovar ni Hurtado tomaran la palabra, aunque en el caso de Rafael González Tovar un miembro de la agrupación leyó un comunicado, que los asistentes calificaron de indeterminado.

A los asistentes también sorprendió que una de las personas más cercanas a Hurtado, como es el coordinador general del Sindicato Independiente de Empleados Públicos, Pedro López, pidiera de forma abierta a Pedro Saura que renunciara a seguir al frente del PSOE, con quien el partido, según López, no va a ninguna parte.

Uno de los blancos generalizado de las críticas fue el delegado del Gobierno en la Región de Murcia, Ángel González, quien no dudó en pedir la palabra para defender su gestión, la que calificó como una de las mejores de los delegados de los gobiernos socialistas.

El comité regional vivió, además, una situación que, según los asistentes, nunca se había producido: la intervención de al menos cuatro miembros de la actual ejecutiva regional; el alcalde de Mula, Vicente Cervantes; la ex diputada en el Congreso, Marisol Jódar; el secretario de Medio Ambiente, David Illán; y el ex alcalde de Totana, Alfonso Martínez Baños, quienes reprocharon a la dirección numerosas decisiones que han perjudicado al partido.

El filo del ladrillo / De "La Opinión"

El frenazo del ladrillo empieza a crear tensiones en el seno de la CROEM. Los promotores de viviendas, encabezados por su presidente, José López Rejas, se sienten desamparados ante la caída de las ventas, la falta de liquidez, la maraña jurídica tejida durante los cuatro años de cohabitación entre el PP y el PSOE y el bloqueo de los expedientes urbanísticos en la Comunidad Autónoma.

El pasado jueves, la víspera de la firma del convenio entre la CROEM, Cajamurcia, CAM y Cajamar, que pone 1.000 millones a disposición de las empresas para amortiguar la crisis, la Asociación de Promotores hacía público un comunicado urgiendo a la Administración y a las entidades financieras a tomar medidas para evitar la pérdida de empleos.

Estas tensiones coinciden con el proceso de renovación de la CROEM. López Rejas, que a principios de año dio a conocer en privado su intención de presentarse a la presidencia de la Confederación Regional si Miguel del Toro no repetía, sostiene que descartó totalmente esta posibilidad cuando supo que el actual presidente optaría a la reelección.

"No estoy contra nadie. Lo único que le pido a Miguel es que lidere", asegura el presidente de los promotores, que exige a la CROEM una actitud más reivindicativa ante la Comunidad Autónoma. Para López Rejas, el ejemplo a seguir "es el Círculo de Economía", que ya dio la voz de alarma sobre las consecuencias del bloqueo en la tramitación urbanística y sobre las disputas políticas.

Miguel del Toro, por su parte, aseguró desconocer totalmente la llamada de atención de los promotores, que el jueves se lamentaban en un comunicado de que nadie había respondido aún a las reivindicaciones planteadas en el manifiesto de febrero.

Mostró también su perplejidad ante los motivos de desencuentro que aducen y les contestó que "el plazo de presentación de candidaturas a la presidencia estará abierto hasta diez días antes de la asamblea general de la CROEM, que se celebrará el 22 de mayo. Esto es una organización democrática y quien quiera puede presentarse. No se me olvida que yo fue elegido en las primeras elecciones que celebraba la organización en Murcia y en toda España, en los veinticinco años que entonces tenía la patronal".

La junta directiva de la CROEM y la del Metal se han pronunciado ya a favor de la reelección de Del Toro, que procede precisamente de la Construcción. Para otro candidato sería difícil competir con un presidente que tiene el respaldo de la cúpula empresarial.

Buscando posiciones de cara al Congreso / Juan Redondo

Cambio de estrategia, cambio de discurso y cambio de dirigentes para salir del pozo electoral en el que se encuentran sumergidos los socialistas murcianos es el debate que se ha abierto en el PSRM de cara al Congreso regional del verano.

Parecen muchos cambios en poco tiempo, o cambios a marchas forzadas. Es cierto que los militantes están muy preocupados por el presente y coinciden desde el secretario general, Pedro Saura, al más crítico de los delegados en que van por mal camino y hay que dar un giro en la estrategia y en el discurso, que no pueden seguir con el autismo social y estar acomodados en la autocomplacencia, el victimismo y esperar que llegue la ola de Madrid.

Lo que no tienen claro cual debe ser el nuevo camino, como reconocía un veterano ex alcalde. La cabeza de Saura sólo la pidió el alcalde de Bullas, Esteban Egea, en línea con Enrique Amat. El ex secretario general de la UGT, Víctor Meseguer, que vuelve primera línea de la actividad interna en el PSRM y Ramón Ortiz, un histórico que fue secretario general y dos veces candidato a la Presidencia de la Comunidad, plantearon la batalla más dura contra la actual dirección regional.

¿Alternativa a Saura para el Congreso?. Parece poco factible. El secretario general parece decidido a presentarse a la reelección. Otra candidatura conllevaría importante apoyo de las agrupaciones locales y también un respaldo de Madrid, dos cosas que a juzgar por las intervenciones en el Comité Regional del jueves no se vislumbra a día de hoy. Renovación de cargos en la Ejecutiva habrá como los ha habido en todos congresos, pero el equipo fuerte en torno a Saura seguirá al frente de la dirección regional.

El cambio de estrategia y discurso es el gran dilema. Hace unos años la actual Ejecutiva decidió abrir un frente por el tema de la especulación urbanística contra el Gobierno Regional. El mensaje fue rechazado por los ciudadanos, pero en los comités regionales de entonces, incluido el celebrado tras las elecciones autonómicas, los críticos cuestionaron la estrategia, no el discurso, como tampoco cuestionaron el apoyo a las actuaciones del Gobierno Central en Murcia.

Ahora reconocen que no han sabido vender la gestión de Zapatero o que políticas territoriales del Gobierno Central en favor de aliados en Cataluña han castigado al Levante español, que todo lo bueno que ha hecho Zapatero por la Región se lo ha apuntado el PP y todo lo negativo es culpa de los socialistas murcianos. Entonces los críticos tampoco se plantearon estas cuestiones, ni criticaron el bajo perfil político de la Delegación del Gobierno. Para estructurar el nuevo discurso tienen por medio el Congreso Regional, que dependerá en gran media de las líneas que marque el Congreso Federal. Las dudas en temas como el del agua de estos días es un ejemplo de esa falta de discurso autónomo que termina por ocasionar el rechazo electoral de los murcianos.

El enfado de Enrique Amat

El ex secretario general del PSRM y ex vicepresidente del Gobierno Regional, Enrique Amat ha sido uno de los militantes socialistas más críticos tras los resultados electorales de las pasadas generales. Se esperaban con interés las palabras ante el Comité Regional del que fuera líder de la desaparecida familia “enana”. “No me dejan intervenir”, comentaba a los delegados, exhibiendo su credencial de invitado. No es miembro del Comité Regional, pero los ex secretario generales son una especie de miembros natos.

“A Enrique Amat no le hemos negado la palabra, simplemente no ha pedido la palabra”, comentaron desde la dirección regional socialista. En otras ocasiones ha intervenido como invitado. En la madrugada del viernes, el delegado del Gobierno, Ángel González, que no es miembro del Comité Regional, pidió la palabra

Los críticos más duros, pocos pero muy ruidosos

En el Comité Regional más largo y numeroso en intervenciones de los últimos tiempos entre los socialistas murcianos, pidieron la palabra 48 delegados. Al final por la hora terminaron hablando 44. Ramón Ortiz, que se guardó un poco para el final le toco su turno pasadas las dos de la madrugada con el aforo de la sala a medio ocupar.

Dentro de la valoración de las intervenciones, según analistas veteranos, 25 utilizaron su turno de cinco minutos para hablar a favor de la ejecutiva, en la línea de necesidad de cambiar de estrategia y discurso para una mayor penetración social. Diez o doce lo hicieron en la línea más dura, pidiendo cambios profundos en la dirección regional.

En algunos casos agrupaciones como El Carmen, que lidera Alfonso Navarro, contó con tres intervenciones, Mula, con dos y el sector “critico” de Mazarrón con otras dos. El balance de cara al Congreso regional no parece desfavorable para Pedro Saura.

La dominación popular / Fernando G. Blánquez

Me sigue resultando sorprendente el masivo apoyo social que se produce en esta región a los posicionamientos del Partido Popular. Sorprende esta generalizada y extraña Confianza en el Futuro, como rezaba el eslogan de este partido en las pasadas autonómicas.

Sorprende especialmente cuando todo el mundo, vote lo que vote, debería saber que ha sido el gobierno regional y el partido que lo sustenta quien con la actual política económica, y de la mano de una política medioambiental supeditada al desarrollismo urbanístico, ha permitido y tolerado que paisaje y recursos hídricos se encuentren tan mal parados, se desarticule el equilibrio entre las poblaciones, el territorio y sus recursos, y se instale una sospecha de corrupción generalizada en nuestras instituciones locales y autonómicas (Totana, Torre Pacheco, Puerto Lumbreras, Águilas, Lorca, etc.) que nos acerca cada día más a la Marbella de GIL.

¿De dónde nace, entonces, esa fascinación popular que alcanza a seis de cada diez murcianos? ¿Cómo puede crecer su apoyo allí donde hay muestras evidentes de corrupción? Puedo asegurar que no deja de asombrarme esta situación, no deja de asombrarme el que frente a la pasmosa realidad de los hechos siga siendo respetado el orden popular y no surjan en pueblos y ciudades resistencias y subversiones a la lógica imperante. Sigue sorprendiéndome que el régimen popular, con su dominación y su soberbia, con sus mitos arcaicos, sus atropellos y su red de privilegios e injusticias no sólo se perpetúe sino que además se refuerce con tanta facilidad.

Pasada la resaca electoral, deberíamos exigirnos una mirada que transcendiera la lineal perspectiva política y profundizara en dimensiones más sociológicas, incluso antropológicas, que pudieran explicar la lógica de la dominación popular que nos invade, que pudiera explicar la violencia simbólica y atenuada que se ejerce sobre nosotros: sobre quienes son seducidos y sobre quienes creemos resistirnos, para comprender el principio hipnótico de la dominación que todos, dominadores, dominados y resistentes, padecemos.

En esta región se posee una manera particular de modular nuestro idioma, se posee un estilo de vida, y a casi todos nos une un estigma, la falta de agua, que ha decidido caracterizarnos, de una u otra forma, y en torno al cual es imposible no posicionarse. ¿Es este estigma arcano el que ha permitido, como en la génesis de los nacionalismos más románticos, construir una idea de afrenta y dolor sobre la que ha cristalizado la difusa identidad murciana? Pero no es tan simple.

Cuando hablamos de agua no hablamos de otra cosa sino de dinero. Éste, y no otro, es el motivo de la pulsión acuosa imperante… Quizá por ello sean rechazadas las actitudes éticas y responsables ante esta cuestión: como decía Raoul Vaneigem, frente al fetichismo del dinero, la ética, por necesaria que se la considere, resulta insuficiente. Debemos decirlo con rotundidad: "Confianza en el futuro" no es sino "Confianza en el dinero", una versión del cinematográfico "todo por la pasta", que hace que la dominación popular haya situado el nivel de la existencia humana en esta región en el vacío materialismo del valor de cambio, en la inmanencia banal de un "mall consumismo" de telefilm.

Todas las demás transcendencias son pura retórica estética: desde el populismo catól(d)ico y cultural de la Semana Santa y las fiestas populares, hasta el PAC, el SOS y sus diferentes versiones locales.

Debemos ser claros: ética o dinero. Ésta, y no otra, ha sido la elección en los comicios del último año: llegar a comprobar si como votantes éramos capaces de superar el fetichismo del euro y retomar un camino de ética política y social que devolviera a la comunidad de ciudadanos una definición de futuro más justa, más equilibrada, más común y humana. Pero no ha sido posible, los resultados nos han devuelto a la realidad en la que vivimos: una realidad configurada en torno al afán de ganar más, afán que mueve los cuerpos todos los días haciéndonos olvidar el valor de una educación equitativa y que ofrezca las mismas oportunidades a todos los niños y niñas de la región, olvidando también el valor de un paisaje natural cuidado y no esquilmado, o el de una economía productiva centrada en la investigación y el desarrollo industrial y tecnológico, de crecimiento lento pero seguro. Por no hablar del desarrollo de unos servicios públicos que son coartada para la apertura de dudosas vías de negocio particular.

Ya sabemos que pretender moralizar los negocios es tan vano como incitar a cuidar más la higiene a quien vive en un estercolero, pero a pesar de ello es realmente preocupante que no sea creíble o no interese una opción de vida ciudadana en la que la libertad no sólo presente el rostro de propiedad privada y oportunismo sino, y fundamentalmente, el rostro del interés común. Y es más preocupante, si cabe, el que la inmensa mayoría de la ciudadanía en esta región muestre semejante desconfianza hacia las posibilidades de regeneración democrática que prometen los partidos de la oposición: o no interesa o no se lo creen, o las dos cosas a la vez.

Sin embargo, los resultados no deben desanimarnos. Nuestra particular visión es crucial porque, aunque no lo parezca, esta confianza en un futuro acuoso no es sino "confianza en el pasado". Una confianza que tiene quien considera que si hasta ahora nos ha ido bien para qué cambiar, de quien no es consciente que el cambio no sólo es necesario si queremos tener futuro, sino que es imprescindible para poder tenerlo. Un cambio que no es de siglas o de políticos, sino por el contrario un cambio de mentalidad y de conductas, un cambio de políticas y de actitud, un cambio necesario para poder sobrevivir.

Va siendo hora de decir bien claro que la Región de Murcia, como comunidad social y política, como territorio, tiene que mirar a los ojos a una realidad que está por encima de los precarios divertimentos del presente. No importa quien ostente el gobierno regional, ni los gobiernos locales, no importa quien posea el apoyo masivo de la sociedad murciana, si no encaramos de un modo sincero los retos del futuro.

Para ello no nos sirve la confianza en el pasado, es necesario un giro ético y no sólo de la experiencia política sino también de nuestra vida cívica. Este giro ético ha de impregnar nuestra acción cotidiana, desde los círculos más cercanos a los más alejados, desde la relación con nuestra pareja o hijos a la relación con nuestro vecindario, entendiendo el espacio público como un bien propio que a todos pertenece, Ejercitando en todos los ámbitos, incluido el del trabajo, prácticas éticas ajenas al oportunismo, a la trampa y al engaño. Sólo así podremos afirmar, sin temor, que la Región de Murcia puede mirar su futuro con confianza y en libertad.