viernes, 17 de noviembre de 2006

Descomposición del gobierno Valcárcel

La descomposición del residual gobierno Valcárcel ha comenzado claramente ya como consecuencia de la grave crisis encubierta por la que atraviesa el PP de la Región de Murcia tras el desaire político del Presidente a la alcaldesa de Cartagena, Pilar Barreiro, claramente enfrentada ahora con el líder por desautorizarla en el tema de “Lo Poyo”. Muchos potenciales candidatos a alcaldías no están dispuestos a seguir y perder, seguros de que su partido tiene arruinada desde ya la actual mayoría absoluta. Para colmo de males, ayer circuló insistentemente el rumor de que el juez Torres viene a Murcia trasladado desde Marbella.

Las sospechas de corrupción generalizada en algunos ayuntamientos murcianos controlados por Sánchez Carrillo y la certeza de que la Justicia está a punto de actuar entre nosotros, han precipitado las deserciones entre la militancia con las manos más limpias. “Ramón Luis ha perdido ya casi toda su credibilidad interna, externa e intermedia. Su mensaje está más que agotado y, como siempre, no tiene proyecto ni lo va a tener. Volver a ser candidato es temerario y patético por su parte, y cruel por quienes desde aquí no le dejan marcharse. La sede de Génova 13 vería la luz con una digna retirada voluntaria a tiempo”, comentan militantes muy cualificados sin esconderse en el anonimato.

El consejero de Presidencia, Fernando de la Cierva, ha tratado en ese ambiente derrotista de abandonar su cargo en las últimas horas sin que Valcárcel le aceptase su dimisión para entrar a trabajar formalmente (ya lo viene haciendo de manera oficiosa desde hace muchas semanas) como adjunto de su íntimo amigo Pedro García Meroño, principal accionista todavía de “Polaris World”. (Por cierto: se cuenta que una reciente y larga inspección de la Agencia Tributaria ha levantado un acta en esta empresa para que pagase 18 millones de euros en impuestos y que la delegada en Cartagena de la AEAT la ha dejado en 300.000 tras el correspondiente recurso presentado por la que se autoproclama “número 1 en turismo residencial", con el escándalo consiguiente en la AEAT de Murcia).

Militante en Cartagena, Cierva constata la tensión reinante en su agrupación (y de las verdaderas posibilidades de Trillo ahora como preferido de Acebes, Zaplana y Aznar) al ser este velezano hermano de otro registrador de la Propiedad más que amigo de Rajoy. El portavoz sabe de la verdadera situación relativa del Presidente después de la que se avecina la próxima semana a la vuelta de López Bernal de la reunión nacional de fiscales celebrada en Granada. Allí ha podido cambiar impresiones con el fiscal-jefe de Málaga, tan curtido en los últimos meses. Es por eso que Cierva no quiere cargar con el "marrón" de tener que explicar lo inexplicable, incluso tener que mentir cuando salgan a relucir familiares involucrados en sospechas ciertas.

El Presidente tiene el criterio de que nadie abandone el gabinete antes de las próximas elecciones autonómicas de mayo de 2007 (tras las pérdidas valiosas de Marqués, Valverde, Bernal ó Fayrén) pero la descomposición es ya un hecho, fundamentalmente por la falta de confianza del dinero en la palabra presidencial. Trinitario Casanova ha acabado con él al tacharle de “débil y cobarde” por no asumir su papel de colocado y sostenido en el cargo por quienes quieren hacer de nuestra región un cortijo propio. “Valcárcel se rebela tarde contra su destino y sus valedores no lo quieren si está temeroso. Se ha vuelto muy cobarde, y muy caro, y así ya no le sirve al “ladrillo” más exigente y depredador”, sentencia un dirigente empresarial muy progresista.

Otros consejeros de cierto nivel también han expresado en privado su intención de dejar el cargo, si fuera posible antes de las elecciones, casos de Medina Precioso (para volver a la Universidad) y la inspectora de Hacienda, Inmaculada García (que no tiene claro que le convenga ser candidata a la alcaldía de Águilas pese a la creciente crítica interna del PP local al más que investigado alcalde Juan Ramírez Soto). Parece tener algunas dudas Ruiz Abellán mientras Cerdá dicen que conspira contra los desertores, entre los que no se cuentan tampoco Bascuñana ni Ruiz Vivo. El gobierno regional está dividido, roto y nada funciona desde hace ya demasiados días debido a la provisionalidad instalada por el miedo a los fiscales entre los muros de San Esteban. Aquello, cuentan desde dentro, “es una casa de locos” donde Ruiz Vivo no para de dar órdenes tras órdenes a todos, dice que en nombre del Presidente.

La situación de inseguridad jurídica en que se ha puesto políticamente a la “Kutxa” donostiarra tras sus fuertes inversiones en suelo rústico en los términos de Cartagena y Águilas ha actuado como una caja de resonancia en toda España y las compras para edificar se han desplomado como consecuencia de los zigzagueos de Valcárcel en los temas urbanísticos tras los avisos oficiosos que le ha hecho llegar la Fiscalía y las advertencias emitidas desde Génova 13. Aduciendo mala fe en la venta de “La Zarrichera”, la entidad financiera vasca puede exigir legalmente ahora la devolución de los miles de millones pagados a Trinitario Casanova si no se puede urbanizar finalmente. El alcalde de Águilas también se vería en apuros y muy asustado.

Los grandes empresarios, con su elocuente silencio, son lo que realmente están precipitando una crisis institucional importante a seis meses de la cita con las urnas. El que un emprendedor tan arriesgado como García Meroño esté contribuyendo a desarbolar el gabinete regional, significa la amortización de Valcárcel y que el jurídico de la Armada, que es el portavoz Cierva, trate de desengancharse a toda prisa arguyendo un “gran cansancio”, puede que sea su olfato profesional quien le dicte la mejor conveniencia.

Si a eso le añadimos el “absentismo” real de Gómez Fayrén al frente de la no nata campaña electoral formal, se puede concluir que desde dentro se tiene poca o ninguna confianza en el futuro a corto plazo y en las verdaderas posibilidades electorales de este PP en la Región de Murcia, con un Valcárcel que, como ser humano, infunde pena a casi todos y compasión a muchos al ver como tantos lo dejan ahora tan solo ante el peligro.