lunes, 18 de septiembre de 2006

Se rumorea la eventual venta de Polaris World


Durante la mañana de hoy lunes se han intensificado en círculos económicos y empresariales murcianos los rumores circulantes, ya al final de la pasada semana, sobre la eventual venta al “Crédito Suizo” de activos y opciones de compra sobre 40 millones de m2 de suelo urbanizable de la emblemática promotora inmobiliaria de Torre-Pacheco, “Polaris World”, en una cantidad máxima, aproximada, a los 60.000 millones de las antiguas pesetas, según diversas fuentes que dicen estar al corriente de una operación, que este mediodía continuaba siendo negociada en sus flecos por un conocido despacho jurídico de Cartagena.

Anteriormente, otro consorcio suizo intentó sin acuerdo final comprar “Polaris” y hasta se llegó a rumorear en primavera un casi obligado paso al frente de “La Caixa”, por indicación del Banco de España, para salvar el emporio y evitar efectos no deseados en las entidades financieras que, seducidas por un aparente gurú local, hicieron una apuesta demasiado fuerte por esta joven y dinámica empresa de "resorts". Hijos de numerosos hombres públicos y relevantes personalidades regionales integran desde hace meses una nómina de muy generosas percepciones, muchas veces en función de la influencia de progenitores y mentores en la actual vida murciana.

Desde el pasado mes de junio, la idea de vender finalmente para salir de una supuesta crisis coyuntural, también muy rumoreada tras la fuerte caída de sus ventas pese a una sustancial bajada de precios para estimular una demanda europea en plena contracción, y la subida ascendente de los tipos de interés hipotecario en Gran Bretaña y España, ha venido rondando la cabeza de sus dos principales propietarios, Facundo Armero y Pedro García Meroño, para poder enfrentar las exigencias del considerable pasivo del que responder a medio y largo plazo. El primer socio en decidir discretamente vender su parte de plusvalía fue Armero.

Este pasivo, contraído fundamentalmente con un grupo de cajas de ahorro liderado por “Caja Murcia”, y a las que estaría apretando bastante el Banco de España ante el fuerte riesgo hipotecario sindicado suscrito (el más importante en la historia de España con 900 millones de euros, aunque no del todo desembolsado), debido a los malos tiempos que corren para la vivienda turística y de segunda residencia, podría supuestamente terminar afectando a la imagen de solvencia de nuestra primera entidad si se da una salida inesperada de la situación por una no venta, al igual que está ocurriendo en una “Hefame” no fusionada con “Cofares”, y que también podría terminar salpicando la credibilidad política del gobierno autónomo conservador de Valcárcel.

En otro orden de cosas, el nuevo fiscal anticorrupción del TSJ de la Región de Murcia, José María Alcázar Vieira de Abreu, de 56 años, perteneciente a dos conocidas familias de la capital regional, casado con una notaria, y residente de tiempo de nuevo en nuestra ciudad, en cuya Universidad se licenció en Derecho, pasa entre sus amigos y compañeros de trabajo por ser un hombre moderadamente progresista e ilustrado desde sus tiempos de estudiante, honesto e insobornable. Se le calcula cierta fortuna familiar para poder mantener su actual buen nivel de vida, aparte de ser generoso con quienes le rodean. Con él, no parece existir el riesgo de sorpresas por culpa del dinero. Su nombramiento es también del agrado de la Abogacía del Estado.

La oferta para desempeñar este cargo la tenía Alcázar de muchas semanas atrás y la ha venido meditando a lo largo del verano, hasta terminar aceptando el cargo, que implica una sobrecarga de trabajo y una teórica escasez de medios. Se da por hecho en círculos de la Fiscalía de que sus primeras actuaciones se desarrollarán sin mayor demora en poblaciones del Bajo Guadalentín y pueden tener lugar dentro de este mismo mes de septiembre.