Publicado en VEGA MEDIA PRESS.
El consejero de Medio Ambiente, Benito Mercader, ha defraudado en sus primeros meses como responsable de una consejería que es fundamental para el desarrollo y el futuro de los murcianos. Cuando se produjo su nombramiento, se creó una esperanza en la ciudadanía tras sus primeras palabras, con un discurso conciliador, realista y prometedor. Así lo percibieron los murcianos, y con dudas razonables, los movimientos ecologistas y la Coordinadora Murcia No Se Vende.
Pero el discurso de su trayectoria al frente de la Consejería ha demostrado que Mercader es una fotocopia de Marqués. El joven cachorro del Partido Popular prometió lo que sabía no podía cumplir, al estar atado de pies y manos por las decisiones de sus mayores y los compromisos adquiridos con empresas que controlan y respaldan, económicamente, el Partido Popular, en clara correspondencia a los beneficios obtenidos y los paraísos económicos prometidos.
El anuncio de la paralización del proyecto de la Zerrichera, de cara a la galería, quedó en mera anécdota recaudatoria de votos, y en un aplazamiento que no tiene visos de realidad, sino una pausa para retomar el atentado medioambiental tras los comicios de 2007, si los ganan.
No se puede dirigir un departamento de tal importancia de espaldas a la sociedad. Entrar en controversias vanas con Narbona o con otros políticos de distinto signo, con descalificaciones incluidas, es lo más que ha aprendido Mercader desde su azotea. Reconociéndole, eso sí, el mérito de dejar en libertad a una tortuga mora. Un logro mediático que pretende tapar las graves carencias y los gravísimos problemas medioambientales de nuestra tierra.
Primero, Benito Mercader es el presidente del consorcio que rige la macroplanta de residuos sólidos de Ulea, gestionada por Cespa, y en la que presuntamente ni se tratan ni se reciclan los residuos, una presunta estafa multimillonaria de la que es colaborador necesario el consejero, aunque sea por desconocimiento o por desinterés. Por no decir de las instalaciones deficientes de la planta, los accidentes laborales, incluido un contagio de hepatitis por pinchazo de una jeringuilla procedente de un hospital, caídas de trabajadores al foso de lixiviados, dos hombres, y el acoso laboral al que están sometidos algunos empleados. Este mismo medio fue amenazado por uno de los dirigentes de Cespa: “Tenemos treinta abogados para destruiros, vais a pasar más tiempo en los juzgados que en vuestra casa”, nos dijo una conocida cara de Cespa, traje común y ademán pachuli, en relación a las publicaciones de investigación y denuncia de Vega Media Press. Nosotros solo tenemos un abogado. Mala suerte.
Segundo, Benito Mercader, como consejero de la cosa, no ha tenido tiempo, tal vez por la distancia (30 km) y las malas comunicaciones, de visitar in situ el Valle de Ricote, y conocer el destrozo medioambiental, cultural e histórico que se está haciendo en Villanueva del Río Segura, y que se pretende hacer pronto en otros municipos. Fadesa ya ha instalado una nave, por cierto ilegal, preparando el comienzo de su macroproyecto urbanizador en Ulea.
Desde aquí invitamos al señor consejero a visitar el Valle de Ricote, a conocer la realidad de la comarca, a conversar con los vecinos, a ver el estado en que ha quedado La Morra, donde venden pisitos en edificos de cinco alturas y pretenden hacer un presunto geriátrico encubierto, a admirar el monte del Corazón de Jesús, histórico y sagrado para los vecinos, invadido por la fiebre ladrillera del alcalde de Villanueva, José Luis López Ayala. A recorrer las calles de Ricote y mirar tal vez por última vez desde un entorno en el que quieren construir edificios de cinco plantas en zona Lic y Zepa y bajo los restos del castillo árabe. También, los testimonios de agricultores, que han sido presuntamente estafados por avezados agentes promotores, vendiendo sus tierras a precios de saldo. La verdad nos hará libres. Y esa verdad se encuentra en la comarca del Valle de Ricote. Y se conoce entrando en el corazón de esa tierra y de sus gentes. Señor Mercader, no hable más de la defensa del Valle, de proyectos, de papeles, palabras vacías, discurso político, mentiras arriesgadas. Nosotros le invitamos oficialmente a realizar una visita a este espacio único en España, por su paisaje, su historia y sus tradiciones. Y a que opine, a pie de obra. Lo demás son cuentos para no dormir y falsas promesas, que ya nadie cree. Desde aquí le pedimos decisión, acción, y actuación. En fin, poco se puede esperar de un consejero que lo primero que preguntó al tomar posesión es ¿Qué es un LIC? Parole, parole…señor Mercader.
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